Dos meses hace que no regresaba a esta página a reflejar los pensamientos que me sirvan de reflexión y reflejo de mi propia realidad. Y parece que fue ayer, pero han sido dos meses llenos de actividad y proyectos, ilusiones y realidades, de palabras y hechos. Dos meses en los que también he pensado y escrito bastante, aunque haya sido en otras plataformas. Y hacía tiempo que quería regresar aquí para dejar testimonio, pero siempre quedaba relegado por los quehaceres y retos de unos días de vertiginoso y extenuante trabajo.
Hace dos meses, 2012 empezaba amenazante con augurios de catástrofe económica. Todas las voces se ponían de acuerdo para desanimarnos a emprender cualquier tipo de proyecto empresarial. En este contexto, a veces me he sentido un poco extraterrestre cuando me veo trabajando a diario en dos proyectos que avanzan con paso firme ofreciendo perspectivas tan ilusionantes como esperanzadoras. El riesgo y la incertidumbre siguen estando ahí, y hay días en que se hace difícil superar con ánimo los problemas que se presentan inesperadamente y los retos que se van acumlando.
Por suerte, he tenido la habilidad de mantenerme impermeable a la hipérbole de pesimismo en la que participan, en un deplorable ejercicio de negligencia, la enorme mayoría de los medios de comunicación, que cada vez ofrecen una imagen más distorsionada de la realidad, eludiendo su responsabilidad de aportar a las personas una información útil que les ayude a encontrar alternativas y soluciones para mejorar su situación. El cinismo, la sátira y el esperpento campan a sus anchas cumpliendo su cometido de alejarnos de la realidad. Pero fuera de la caverna de sombras el sol quema de verdad.
En medio de este panorama he puesto en marcha un proyecto en el que había estado pensando desde hacía año y medio y que empecé a desarrollar hace medio año: la Academia Socrática. Este Centro de Formación y Coaching es una retadora iniciativa empresarial con la que quiero acercar el coaching a los adolescentes para ayudarles a superar la lacra del fracaso escolar y a desarrollarse en los aspectos personales que están más allá del ámbito académico.
Pese al creciente reconocimiento del coaching, no deja de ser arriesgado y atrevido poner en pie un proyecto pionero que abre un mercado nuevo y desconocido. Y aunque ésta sea una empresa individual, no puedo dejar de agradecer a las personas que me están acompañando en su puesta en marcha el apoyo que me están ofreciendo para sacar adelante este proyecto. Especialmente a mi familia y mi pareja que han alentado mi decisión y están colaborando con su trabajo y ayuda en hacerlo realidad, así como a mi cuñado, que sembró sin saber esta idea en mi cabeza hace más año y medio y su ejemplo me ha servido de inspiración. Pero también quiero enviar mi agradecimiento al Ayuntamiento y el CADE de Los Palacios y Villafranca, que junto a La Caixa me han ofrecido la oportunidad de acceder a la financiación necesaria para iniciar este proyecto, en especial a Rocío Lay, por su implicación personal, colaborando más allá de las funciones que le competen. También quiero agradecer su apoyo a todos mis colegas coaches, profesores y compañeros de distintas promociones del máster de coaching de IEC–EFIC, así como a todas las personas que han sabido de este proyecto y me han expresado su ánimo y apoyo para ponerlo en marcha. Por otra parte, también quiero agradecer su implicación a Nieves, Rubén y José Antonio, que han comenzado a trabajar en este proyecto compartiendo mi ilusión y comprometiéndose con su desarrollo. Y mi mayor agradecimiento es para Antonio, Adrián, Amanda y Curro, los pioneros, en vosotros veo hacerse realidad este sueño cada día y vuestra sorprendente evolución y mejora me anima a seguir apostando para que este proyecto pueda ayudar en su crecimiento y desarrollo a muchos adolescentes más.
Podría concluir aquí, pero simultáneamente a la puesta en marcha de esta empresa, me he visto implicado en el desarrollo de otra apasionante iniciativa. Hace casi un par de años, un amigo y yo empezamos a proyectar la creación de un medio de comunicación de ámbito local. Llegamos a colaborar con más personas y a un estado avanzado de su planificación. Pero no era el momento, y el proyecto quedó abandonado. Y yo creía que en el olvido. Sin embargo, hace varios meses, mi amigo Sergio me sorprendía diciéndome que se estaban dando las condiciones idóneas para retomar este proyecto. InfoAgenda, no era mas que una idea con un logotipo. Se rescataron los diseños y se mejoraron las ideas, incorporándose funciones y productos que mejoraban notáblemente el proyecto original. Y Sergio, acompañado de Antonio Luis, a quién yo aún no conocía, empezaron a mover el proyecto mientras yo estaba trabajando en hacer posible el proyecto de Socrática. Me parecía estupendo y me alegraba que el proyecto saliera adelante, pero ellos también tenían planes para mí.
Sorprendido y agradecido acepté su ofrecimiento de participar en una plataforma digital de comunicación, que aún hoy sigue definiéndose y desarrollándose, pero que se fundamenta en la misión de ofrecer a los vecinos de los municipios pequeños la capacidad de llegar a la información y eventos de interés local, que quedan ocultos en la agenda informativa de los grandes canales, y que se sostiene en sólidos principios de utilidad, pluralidad y valores que fomenten el desarrollo social de los entornos en los que participe. Hoy, el proyecto es una realidad que está generando una repercusión creciente y unas expectativas muy alentadoras para un modelo de negocio a su vez difícil y frágil. La calidad del producto ofrecido está siendo reconocida, pero todavía queda esperar la respuesta del mercado a la propuesta de valor realizada.
Personalmente, lo más difícil está siendo compaginar ambos proyectos, estableciendo prioridades que no hagan peligrar el desarrollo de ninguno de los dos. Y, sin embargo, parece que el trabajo llama al trabajo y el universo responde a la actividad con más oportunidades de proyección profesional y personal. En este sentido, en la vorágine del inicio simultáneo de ambas empresas, he tenido lo oportunidad de colaborar con mi colega Rocío Tapia, una de las compañeras del master de coaching que destacó de forma más precoz por su iniciativa emprendedora con la creación de Arquicoach, que en las últimas semanas ha creado la Delegación Sorprendedora en Sevilla, convirtiendo a Socrática en la sede del primer Playworking Sorprendedor. La iniciativa tuvo una respuesta muy satisfactoria y el desarrollo de la jornada fue muy positivo. Ya estamos preparando la segunda edición y esperamos que la inicitava se consolide y ofrezca a las personas que se están planteando la puesta en marcha de iniciativas emprendedoras las ideas, los recursos y el ánimo necesario para sobreponerse a los mensajes que los desalientan y los alejan de hacer realidad sus sueños.
Y mientras tanto, este blog ha estado abandonado. Pero, posiblemente, esta sencilla página fuera el inicio, hace 365 días (mañana cumplirá un año), de todo lo que hoy está tomando forma. Por ello, no quería dejar de reflejar aquí todo lo que está sucediendo. Espero poder parar por aquí más a menudo en los próximos días para seguir reflexionando y participando del espíritu con el que nació este misma página hace un año: la siembra de pensamientos y la recolección de puntos de vista.
Mi más sincero agradecimiento para todos los que me estáis acompañando en estos momentos de mi vida, espero seguir contando con vosotros porque no he hecho más que empezar.
¡Bravo, José! Que la capacidad de sorprender te lleve hasta el infinito y ¡más allá!