Seleccionar página

La vigencia del coaching en nuestros días está cada vez más demostrada, así lo constatan los medios de comunicación con artículos como éste, que encontrábamos ayer mismo en ELPAÍS. Se va generalizando el conocimiento de que «los entrenadores del coaching ayudan a las organizaciones a fijar objetivos, abordar los cambios y elevar la productividad de las personas», como expresa el citado artículo (el subrayado es mío).

A la vez, cada vez hay más personas que, con un conocimiento poco más que aproximado, se autodefinen como coaches para aprovechar la fuerza de esta tendencia. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, profesionales provenientes de la consultoría, la psicología o la formación, no realizan coaching, sólo se sirven del nombre para seguir vendiendo técnicas que no se corresponden con los fundamentos de nuestra disciplina. Si cada vez se habla más de coaching, si cada vez este concepto (al que no hemos encontrado traducción posible al español) es más conocido, se debe a los resultados tan positivos que experimentan los clientes que han realizado un verdadero proceso de coaching.

Logotipo del Instituto Europeo de CoachingHace poco, conseguí la certificación como Experto en Coaching por el Instituto Europeo de Coaching. Y me gustaría dedicar este post al Master de Coaching, que en Sevilla es organizado por EFIC, la Escuela de Formación Integral en Coaching.

Tras varios meses de una intensa formación teórica y práctica, nuestra percepción es bastante aproximada a aquella máxima socrática que rezaba «sólo sé que no sé nada». Esto se debe a que el habernos formado con una perspectiva holística del coaching, que integra a todas las corrientes, nos abre a una cantidad enorme de conocimiento, en vez de cerrarnos a unas técnicas limitadas. Pero es precisamente este respeto por todo lo que me queda por aprender lo que me permitirá seguir creciendo como coach.

Aparentemente, no soy más que otro coach en Sevilla, recién egresado. Y más humilde que otros, autoetiquetados como coach. Y con más respeto por el coaching y por el cliente al que se lo ofrezco. Y con un entusiasmo enorme por crecer profesionalmente. Pero tengo el convencimiento, de que cuando ofrezca mis servicios, aquella persona que algún día recibió algún servicio de consultoría o psicoterapia disfrazado de coaching, sabrá valorar la diferencia.

Si alguien estuviera interesado por conocer más sobre el coaching, más allá de lo que yo mismo le pueda explicar, la mejor opción que tienen en Andalucía, y más concreto en Sevilla, es el Master de Coaching organizado por EFIC e impartido por IEC, que ya está consiguiendo eco en los medios de comunicación.